16 Disculpas y más disculpas

Alicia se quedó bien sola. Todos fueron encontrando alguna disculpa:

«No tengo más remedio que irme a casa; el sereno de la noche no le sienta bien a mi garganta», dijo una vieja urraca. Y un canario se puso a recoger a su prole , diciéndoles con temblorosa voz: «¡Vamos queriditos! Ya va siendo hora de estar acostados todos en casita». Y así con diversos pretextos fueron yéndose y Alicia se quedó pronto bien sola.


Por cierto tú también te habías ido. ¿Recuerdas cuál fue tu disculpa?

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *