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74 Ha sido un sueño extraño y contagioso

Ya finalizando la historia, Alicia reconoce que ha sido, todo, un sueño extraño. Un sueño de los que no se tienen todos los días. Un sueño que deja recuerdo, no como la mayoría de sueños que cuando despiertas ya no te acuerdas de lo que has soñado. Este de Alicia ha dejado huella, ha dejado todo un libro de aventuras fantásticas.

Cuando Alicia le explica a su hermana su sueño, ésta se contagia y tiene ella también su propio sueño de aventuras. Y tú que también te has enterado de las extrañas situaciones que ha vivido Alicia caes en la misma trampa: Tienes un gran sueño extraño cargado de pequeñas aventuras fantásticas.

sueno

La baraja se elevó por los aires y se precipitó en picado contra ella. Alicia dio un pequeño grito, mitad de miedo y mitad de enfado, e intentó sacárselos de encima…
Y se encontró tumbada en la ribera, con la cabeza apoyada en la falda de su hermana, que le estaba quitando cariñosamente de la cara unas hojas secas que habían caído desde los árboles.
—¡Despierta ya, Alicia! —le dijo su hermana—. ¡Cuánto rato has dormido!
—¡Oh, he tenido un sueño tan extraño!
—dijo Alicia.
Y le contó a su hermana, tan bien como sus recuerdos lo permitían, todas las sorprendentes aventuras que hemos estado leyendo. Y, cuando hubo terminado, su hermana le dio un beso y le dijo: realmente, ha sido un sueño extraño, cariño. Pero ahora corre a merendar. Se está haciendo tarde.

Así pues, Alicia se levantó y se alejó corriendo de allí, y mientras corría no dejó de pensar en el maravilloso sueño que había tenido.
Pero su hermana siguió sentada allí, tal como Alicia la había dejado, la cabeza apoyada en una mano, viendo cómo se ponía el sol y pensando en la pequeña Alicia y en sus maravillosas aventuras. Hasta que también ella empezó a soñar a su vez, y éste fue su sueño: (tu sueño)

Te quedas, así, quieto, o quieta, con la cabeza apoyada en tu mano izquierda, pensativo, pensativa, y con tu mano derecha, (o al revés) vas escribiendo, escribiendo, escribiendo, …

 

66 Todo tiene T

Cuando uno utiliza con preferencia una letra se generan situaciones llamativas y graciosas. Basta con que intentemos escribir con muchas tes para que nos veamos obligados a pensar y pensar hasta encontrar esas palabras que expresan lo que queremos y que además tienen te.

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—Soy un pobre hombre, Majestad.
—Empezó a decir el Sombrerero en voz temblorosa—… y no había empezado aún a tomar el té… no debe hacer siquiera una semana… y las rebanadas de pan con mantequilla se hacían cada vez más delgadas… y el titileo del té…
—¿El titiqué de qué? —preguntó el Rey.
—Que todo el titileo empezó con el té —contestó el Sombrerero.
—¡Querrás decir que todo y que titileo empiezan con la T! —replicó el Rey con aspereza— ¿Crees que no sé ortografía? ¡Sigue!

Cualquier cosa sirve. Una historia más o menos divertida pero que lleve muchas tes. ¿Te lo tengo que tornar a traducir? Trabajo todo tuyo. ¿Te atreves?

63 Así que Alicia dio un repaso

Hacer memoria es lo mismo que dar un repaso. Recordar lo vivido hasta este momento. Mirar hacia el pasado y recordar lo que uno ha hecho, lo que ha escrito, lo que ha leído, lo que ha aprendido y lo que ha disfrutado. Todo esto es dar un repaso. (Que no hay que confundir con darle a alguien un repaso).

Dice el libro:

Así pues, Alicia empezó a contar sus aventuras a partir del momento en que vio por primera vez al Conejo Blanco.
Al principio estaba un poco nerviosa, porque las dos criaturas se pegaron a ella, una a cada lado, con ojos y bocas abiertos como naranjas, pero fue cobrando valor a medida que avanzaba en su relato. Sus oyentes guardaron un silencio completo hasta que llegó el momento en que le había recitado a la Oruga el poema aquél de «Has envejecido, Padre Guillermo…» que en realidad le había salido muy distinto de lo que era.

En tu repaso procura fijarte en los detalles y resalta bien lo que te haya parecido más significativo y emocionante. Usa bien el tiempo verbal. Que se note que lo que escribes y cuentas ya HA PASADO.

59 La lógica del tebeo

¿Tú sabes en qué consiste la lógica del tebeo? Cuando suceden cosas muy casuales, muy poco probables, muy de pero esto que es, vaya golpe, vaya torpeza, vaya decepción, vaya casualidad, vaya, vaya,  …

Esa es la lógica del tebeo. La has podido leer en el ejercicio 58 cuando nos cuenta esto de las pescadillas:

—La razón es —dijo el Grifo— que las pescadillas quieren participar con las langostas en el baile.
Y por lo tanto las arrojan al mar.
Y por lo tanto tienen que ir a caer lo más lejos posible.
Y por lo tanto se cogen bien las colas con la boca.
Y por lo tanto no pueden después volver a sacarlas. Eso es todo.

Las palabras que nos indican el desarrollo lógico son «y por lo tanto» que quieren decir que después de una cosa como consecuencia lógica viene la otra. Si lo has entendido tendrás que aplicar la lógica del tebeo a (escoger o inventar una sistuación):

-un pardido de fútbol, una bajada con esquís por una de las pendientes más enpinadas, un partido de tenis, un baile, una situación de clase, una mañana antes de llegar al cole, un día en la playa, …

Ya ves que hay miles de situaciones corrientes que vivimos y que con la lógica del tebeo pueden acabar siendo bastante divertidas.

57 Así es un baile

Grifo lo explica con mucho detalle, lo conoce muy bien, lo ha practicado cientos de veces, o simplemente lo ha visto. Lo mismo que te ha podido pasar a ti. O has bailado mucho o has visto mucho bailar.

—Verás —dijo el Grifo—, primero se forma una línea a lo largo de la playa…
—¡Dos líneas! —gritó la Falsa Tortuga—.
Focas, tortugas y demás. Entonces, cuando se han quitado todas las medusas de en medio…
—Cosa que por lo general lleva bastante tiempo —interrumpió el Grifo.
—… se dan dos pasos al frente…
—¡Cada uno con una langosta de pareja!— gritó el Grifo.
—Por supuesto —dijo la Falsa Tortuga—. Se dan dos pasos al frente, se forman parejas…
—… se cambia de langosta, y se retrocede en el mismo orden —siguió el Grifo.
—Entonces —siguió la Falsa Tortuga— se lanzan las…
—¡Las langostas! —exclamó el Grifo con entusiasmo, dando un salto en el aire.
—…lo más lejos que se pueda en el mar…
—¡Y a nadar tras ellas! -chilló el Grifo.
—¡Se da un salto mortal en el mar! —gritó la Falsa Tortuga, dando palmadas de entusiasmo.
—¡Se cambia otra vez de langosta! —aulló el Grifo.

Como ves en un baile van pasando cosas, vueltas, saltos, cambios, … Recuerda alguno de tus bailes (vistos o echados) y explica paso a paso (primero, luego, a continuación, finalmente) cómo se desarrolla. Tienes que decirnos de qué baile hablas, por si nos despistamos. Dices por ejemplo, el baile de los cangrejos. Primero salen dos cangrejos y se colocan en el centro de la pista. A continuación suena la música y …

54 Recordando la escuela ideal y sus cosas

Es de pura lógica que Alicia conozca una escuela ideal metida como anda en este país de maravillas. Y se la explica esta tortuga que ya no sabemos si es falsa, antigua, artificial, normal, actual, … ¿Si yo te contara?

—Yo no tuve ocasión de aprender —dijo la Falsa Tortuga con un suspiro—.
Sólo asistí a las clases normales.
—¿Y cuales eran esos? —preguntó Alicia interesada.
—Nos enseñaban a beber y a escupir, naturalmente.
Y luego, las diversas materias de la aritmética: a saber, fumar, reptar, feificar y sobre todo la dimisión.
—Jamás oí hablar de feificar —respondió Alicia.
El Grifo se alzó sobre dos patas, muy asombrado:
—¡Cómo! ¿Nunca aprendiste a feificar?
Por lo menos sabrás lo que significa «embellecer».
—Pues… eso sí, quiere decir hacer algo más bello de lo que es.
—Pues —respondió el Grifo triunfalmente-, si no sabes ahora lo que quiere decir feificar es que estás completamente tonta.
Con lo cual cerró la boca a Alicia, la que ya no se atrevió a seguir preguntando lo que significaban las cosas.
Dijo a la Falsa Tortuga:
—¿Qué otras cosas aprendías allí?
—Pues aprendía Histeria, histeria antigua y moderna. También Mareografía, y dibujo.
El profesor era un congrio que venía a darnos clase una vez por semana y que nos enseñó eso, más otras cosas, como la tintura al boleo.
—¿Y eso qué es? —preguntó Alicia.
—No puedo hacerte una demostración, ya que ahora estoy muy baja de forma—respondió la Falsa Tortuga.
Y el Grifo, como él mismo podrá decirte, nunca aprendió a tintar al boleo.
—Nunca tuve tiempo suficiente —se excusó el Grifo.
—Pero sí que iba a las clases de Letras. Y teníamos un maestro que era un gran maestro, un viejo cangrejo. —Nunca fui a sus clases —dijo la Falsa Tortuga lloriqueando—, dicen que enseñaba patín y riego.

Con el paso del tiempo la imaginación y la realidad se nos mezclan. Es lo que pasa en esta conversación sobre las clases, los horarios, las fiestas, las asignaturas, los profes, los recreos, las vacaciones, …

Tienes que contar lo que recuerdas que era más maravilloso cuando ibas a cursos anteriores. Hay que hacer un poco de memoria y un mucho de imaginación. Puede haber algo de cierto en lo que nos cuentes pero también mucho de inventado o deseado. A ver cómo te feificas en lo que nos cuentes, ¿vale?