Lirón cuenta un cuento. Le van haciendo preguntas y él acaba contando un cuento. Las preguntas son la forma que tiene nuestra imaginación para expresarse y desarrollarse. Cada vez que la historia avanza es porque ha habido una pregunta que la ha hecho ir hacia adelante. Fíjate en Lirón. ¡Cómo improvisa! Cada vez que se te acaben las ideas de tu cuento te haces una nueva pregunta y problema solucionado.
Por el comienzo no te preocupes. Bastará con que escribas: «Había una vez … » Y todo se pone ya en marcha. Y recuerda, cuando tu historia parezca que se para vuelves a hacer una nueva pregunta.
El Lirón abrió lentamente los ojos.
—No estaba dormido —aseguró con voz ronca y débil—.
He estado escuchando todo lo que decíais, amigos.
—¡Cuéntanos un cuento! —dijo la Liebre de Marzo.
—¡Sí, por favor! —imploró Alicia.
—Y date prisa —añadió el Sombrerero—. No vayas a dormirte otra vez antes de terminar.
—Había una vez tres hermanitas empezó apresuradamente el Lirón—, y se llamaban Elsie, Lacie y Tilie, y vivían en el fondo de un pozo…
—¿Y de qué se alimentaban? —preguntó Alicia, que siempre se interesaba mucho por todo lo que fuera comer y beber.
—Se alimentaban de melaza —contestó el Lirón, después de reflexionar unos segundos.