Sin fuerzas sin energías no tenemos nada que hacer. Para todo hay que comer. Fíjate en Alicia, quiere crecer a toda velocidad y no sabe qué comer:
¡Lo que me hubiera gustado enseñarle juegos, si… si hubiera tenido yo el tamaño adecuado para hacerlo! ¡Dios mío! ¡Casi se me había olvidado que tengo que crecer de nuevo! Veamos: ¿qué tengo que hacer para lograrlo? Supongo que tendría que comer o que beber alguna cosa, pero ¿qué? Éste es el gran dilema.
Realmente el gran dilema era ¿qué? Alicia miró a su alrededor hacia las flores y hojas de hierba, pero no vio nada que tuviera aspecto de ser la cosa adecuada para ser comida o bebida en esas circunstancias.
¿Qué platos, de tu gusto, le aconsejarías a Alicia para comer y crecer?