Una de dos, una de las dos, no las dos, sólo una de ellas. ¿Se entiende? ¿No? Espera a que te lo diga la Reina:
—Ahora vamos a dejar las cosas bien claras rugió la Reina, dando una patada en el suelo mientras hablaba—: ¡Os desvanecéis de aquí en cuerpo y alma ó perdéis la cabeza! ¡Y en menos que canta un gallo!
¡Elige!
La Duquesa eligió, y desapareció a toda prisa.
Parece que la Duquesa ha escogido rápidamente entre una de las dos cosas que la ha ofrecido la Reina.
¿Y tú? O escribes rápidamente una disyuntiva entre dos opciones igualmente interesantes o pasaremos al siguiente compañero. ¡Elige!
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