Está puesta para muchas más de tres personas.
—Necesitas un buen corte de pelo —dijo el Sombrerero.
Había estado observando a Alicia con mucha curiosidad, y estas eran sus primeras palabras.
—Debería aprender usted a no hacer observaciones tan personales —dijo Alicia con acritud—. Es de muy mala educación.
Al oír esto, el Sombrerero abrió unos ojos como naranjas, pero lo único que dijo fue:
—¿En qué se parece un cuervo a un escritorio?
«¡Vaya, parece que nos vamos a divertir!», pensóAlicia.
«Me encanta que hayan empezado a jugar a las adivinanzas.» Y añadió en voz alta:
—Creo que sé la solución.
¿Ya sabéis cuál va a ser el tema de esta propuesta? Y quien dice un cuervo y un escritorio puede decir un saltamontes y una gallina, o un perro y una estrella de cinco puntas, … ¡Hay tantas cosas por ahí que se parecen en algo! Va a inventar parejas de cosas, personas, o animales, que tengan parecidos, que se parezcan en algo.
Y ya de paso abriremos los ojos como platos soperos, digo como naranjas, o como dos sandías, o como un par de lunas llenas, …
¿Tenéis ya la solución? ¿La compartimos?